Que tus manos vayan a la vida

Recientemente escuchaba que “ la vida se nos va entre las manos”, expresión que sentía llena de melancolía y cierto pesimismo. Mi carácter rebelde y luchador se excitaba y acudí a la inspiración de la psicología positiva para “darle la vuelta”. Es una técnica que me suele ayudar en la resolución de conflictos que se traduce en poner en positivo aquellas situaciones desbordadas en negatividad.

Son esas manos las que tienen que tomar la iniciativa para ir más allá en la promoción de la diversidad e inclusión en las compañías. Además de la generacional, de orientación sexual y de género, racial, religión, origen… también en diversidad funcional con sus diferentes tipologías ( física o motriz, visual, auditiva, intelectual, psíquica y multisensorial).

Hoy quiero incidir en que nuestras manos como equipos directivos responsables de personas y cultura nos lleven a la vida de esas personas con dificultades en áreas como la comunicación o las interacciones sociales sin afecciones en lo cognitivo.

Es en este tipo de diversidad, la psíquica, donde encontramos a personas como Romana que desde pequeñita disfruta de una gran capacidad de aprendizaje autónomo, excelencia en la especialización en aquello que realmente le motiva y rigor en el cumplimiento de los protocolos y procedimientos. A todo ello le sumamos su capacidad de trasparencia y sinceridad.

Cualidades todas ellas que, si queremos y sabemos incluirlas en el talento de nuestra compañía aportarán valor y enriquecerán a los equipos, especialmente a aquellos que precisan de talento creativo para dar soluciones a los retos de nuestro entorno.